sábado, 28 de octubre de 2017

MEMORIA - TRABAJO



     MEMORIA -  TRABAJO

     Incuestionablemente, cada persona tiene su propia psicología particular, esto es irrebatible, incontrovertible, irrefutable.

     Desafortunadamente, las gentes nunca piensan en esto y muchos ni lo aceptan debido a que se hallan atrapados en la mente sensorial.

     Cualquiera admite la realidad del cuerpo físico porque lo puede ver y palpar, empero, la psicología es cuestión distinta, no es perceptible para los cinco sentidos y por ello, la tendencia general a rechazarla ó simplemente a subestimarla y despreciarla, calificándose de algo sin importancia.

     Indubitablemente, cuando alguien comienza a auto-observarse es señal inequívoca de que ha aceptado la tremenda realidad de su propia psicología.

      Es claro que nadie intentaría auto-observarse si no encontrara antes un motivo fundamental.

     Obviamente quien inicia la auto-observación se convierte en un sujeto muy diferente a los demás, de hecho indica la posibilidad de un cambio.

     Desafortunadamente la gente no quiere cambiar, se contenta con el estado en que vive.

     Causa dolor ver como las gentes nacen, crecen, se reproducen como bestias, sufren lo indecible y mueren sin saber por qué.

     Cambiar es algo fundamental, pero ello es imposible si no se inicia la auto-observación psicológica.

     Es necesario empezar a verse a sí mismo con el propósito de auto-conocernos, pues en verdad el humanoide racional no se conoce a sí mismo.

     Cuando uno descubre un defecto psicológico, de hecho ha dado un gran paso porque esto le permitirá estudiarlo y hasta eliminarlo radicalmente.

     En verdad que nuestros defectos psicológicos son innumerables; aunque tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero no alcanzaríamos a enumerarlos a todos cabalmente.

     Lo grave de todo esto es que no sabemos medir el espantoso realismo de cualquier defecto; siempre le miramos en forma vana, sin poner en él la debida atención; lo vemos como algo sin importancia.

     Cuando aceptamos la " Doctrina de los muchos " y entendemos el crudo realismo
de los siete demonios que Jesús el Cristo sacó del cuerpo de María Magdalena, ostensiblemente nuestro modo de pensar con respecto a los defectos psicológicos, sufre un cambio fundamental.

     No está demás afirmar en forma enfática que la " Doctrina de los muchos " es de origen Tibetano y Gnóstico en un ciento por ciento.

     En verdad que no es nada agradable saber que dentro de nuestra persona viven cientos y miles de personas psicológicas.

      Cada defecto psicológico es una persona diferente existiendo dentro de nosotros mismos aquí y ahora.

     Los siete demonios que el Gran Maestro Jesús el Cristo arrojó del cuerpo de María Magdalena son los siete pecados capitales: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula.

     Naturalmente cada uno de estos demonios por separado es cabeza de Legión.

    En el viejo Egipto de los Faraones, el Iniciado debía eliminar de su naturaleza interior a los Demonios Rojos de Seth, si es que quería lograr el despertar de la Conciencia.

    Visto el realismo de los defectos psicológicos, el aspirante desea cambiar, no quiere continuar en el estado en que vive con tanta gente metida dentro de su psiquis, y entonces inicia la auto-observación.  

     A medida que nosotros progresamos en el trabajo interior, podemos verificar por sí mismos un ordenamiento muy interesante en el sistema de eliminación.

     Uno se asombra cuando descubre orden en el trabajo relacionado con la eliminación de los múltiples agregados psíquicos que personifican a nuestros errores.

     Lo interesante de todo esto es que tal orden en la eliminación de defectos se realiza en forma graduativa y se procesa de acuerdo con la Dialéctica de la Conciencia.

     Los hechos nos van demostrando que el ordenamiento psicológico en el trabajo de eliminación de defectos es establecido por nuestro propio Ser Interior profundo.

     Debemos aclarar que existe una diferencia radical entre el Ego y el Ser. El 
" Yo " jamás podría establecer orden en cuestiones psicológicas, pues en sí mismo es el resultado del desorden.

     Sólo el Ser tiene poder para establecer el orden en nuestra psiquis. El Ser es el Ser. La razón de ser del Ser es el mismo Ser.

     El ordenamiento en el trabajo de auto-observación, enjuiciamiento y eliminación de nuestros agregados psíquicos, va siendo evidenciado por el sentido juicioso de la auto-observación psicológica.

     En todos los seres humanos se halla el sentido de la auto-observación psicológica en estado latente, mas se desarrolla en forma graduativa a medida que vayamos usándolo.

     Tal sentido nos permite percibir directamente y no mediante simples asociaciones intelectuales, los diversos 
" Yoes " que viven dentro de nuestra psiquis.

     Esta cuestión de las extrapercepciones sensoriales comienza a ser estudiada en el terreno de la Parapsicología, y de hecho ha sido demostrada en múltiples experimentos que se han realizado juiciosamente a través del tiempo y sobre los cuales existe mucha documentación.

     Quienes niegan la realidad de las extrapercepciones sensoriales son ignorantes en un ciento por ciento, bribones del intelecto embotellados en la mente sensual.

     Sin embargo, el sentido de la auto-observación psicológica es algo más profundo, va mucho más allá de los simples enunciados parapsicológicoa, nos permite la auto-observación íntima y la plena verificación del tremendo realismo subjetivo de nuestros diversos agregados.

     El ordenamiento sucesivo de las diversas partes del trabajo relacionadas con el tema este tan grave de la eliminación de agregados psiquicos, nos permite inferir una Memoria-Trabajo, muy interesante y hasta muy útil en la cuestión del desarrollo interior.

     Esta Memoria-Trabajo, si bien es cierto que puede darnos distintas fotografías psicológicas de las diversas etapas de la vida pasada, juntadas en su totalidad, traerían a nuestra imaginación una estampa viva y hasta repugnante de lo que fuimos antes de iniciar el trabajo psico-transformista radical.

     No hay duda de que jamás



     

     

jueves, 19 de octubre de 2017

LAS TRES MENTES




    LAS  TRES  MENTES




     LAS  TRES  MENTES

     Existen por doquiera muchos bribones del intelecto sin orientación positiva y envenenados por el asqueante escepticismo.

     Ciertamente, el repugnante veneno del escepticismo contagió a las mentes humanas en forma alarmante desde el siglo XVIII.


   Antes de aquel siglo, la famosa isla Nontrabada ó Encubierta, situada frente a las costas de España, se hacía visible y tangible constantemente.

     No hay duda de que tal isla se halla ubicada dentro de la Cuarta Vertical. Muchas son las anécdotas relacionadas con esa isla misteriosa.

     Después del siglo XVIII, la citada isla se perdió en la eternidad, nadie sabe nada sobre la misma.

     En las épocas de Rey Arturo y de los Caballeros de la Mesa Redonda, los Elementales de la Naturaleza se manifestaron por doquiera, penetrando profundamente dentro de nuestra atmósfera física.

     Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas, que todavía abundan en la verde Erim, Irlanda; desafortunadamente, todas estas cosas inocentes, toda esta belleza del Alma del mundo, ya no es percibido por la humanidad, debido a las sabiondeces de los bribones del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego animal.

     Hoy en día los sabiondos se ríen de todas estas cosas, no las aceptan, aunque en el fondo ni remotamente hayan logrado la felicidad.

     Si las gentes entendieran que tenemos tres mentes otro gallo cantaría, posiblemente hasta se interesarían más por estos estudios.

 Desgraciadamente, los ignorantes ilustrados metidos en el recoveco de sus difíciles erudiciones, ni siquiera tienen tiempo para ocuparse de nuestros estudios seriamente.

     Esas pobres gentes son auto-suficientes, se hallan engreídas con el vano intelectualismo, piensan que van por el camino recto y ni remotamente suponen que se encuentran metidas en un callejón sin salida.

     En nombre de la verdad debemos decir que en síntesis, tenemos tres mentes.

  A la primera podemos y debemos llamarla Mente Sensual. A la segunda la bautizaremos con el nombre de Mente Intermedia. A la tercera la llamaremos Mente Interior.

     Vamos ahora a estudiar cada una de estas tres Mentes por separado y en forma juiciosa.

      Incuestionablemente, la Mente Sensual elabora sus conceptos de contenido mediante las percepciones sensoriales externas. En estas condiciones la Mente Sensual es terriblemente grosera y materialista, no puede aceptar nada que no haya sido demostrado físicamente.

    Como quiera que los conceptos de contenido de la Mente Sensual tienen por fundamento los datos sensoriales externos, indubitablemente nada puede saber sobre lo real, sobre la verdad, sobre los Misterios de la Vida y de la Muerte, sobre el Alma y el Espíritu, etc....

     Para lo bribones del Intelecto, atrapados totalmente por los sentidos externos y embotellados entre los conceptos de contenido de la Mente Sensual, nuestros estudios esotéricos les son locura.

     Dentro de la razón de la sin razón, en el mundo de lo descabellado, ellos tienen razón debido a que están condicionados por el mundo sensorial externo. ¿ Cómo podría la Mente Sensual aceptar algo que no sea sensual ?

     Si los datos de los sentidos sirven de resorte secreto para todos los funcionalismos de la Mente Sensual, es obvio que estos últimos tienen que originar conceptos sensuales.

     Mente Intermedia es diferente, sin embargo tampoco sabe nada en forma directa sobre lo real, se limita a creer y eso es todo.

         ( La mente moderna es terriblemente superficial, está especializada en elaborar muy difíciles términos en orden de cubrir su propia ignorancia ).

     Mente Interior es fundamental para la experiencia directa de la Verdad.

     Indubitablemente, la Mente Interior elabora sus conceptos de contenido con los datos aportados por la Conciencia Superlativa del Ser.

   Incuestionablemente, la Conciencia puede vivencia y experimentar lo real. No hay duda de que la Conciencia sabe de verdad.

     Sin embargo, para la manifestación, la Conciencia necesita de un mediador de un instrumento de acción, y éste en sí mismo e la Mente Interior.

     La Conciencia conoce directamente la realidad de cada fenómeno natural y mediante la Mente Interior puede manifestarla.

     Abrir la Mente Interior sería lo indicado, a fín de salir del mundo de las dudas y de la ignorancia.

         Esto significa que sólo abriendo la Mente Interior nace la Fe auténtica en el ser humano.

     Mirada esta cuestión desde otro ángulo, diremos que el escepticismo materiaslita es la característica peculiar de la ignorancia. No hay duda de que los ignorantes ilustrados resultan ciento por ciento escépticos.

     La Fe es percepción directa de los real; sabiduría fundamental; vivencia de eso que está más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente.

     Distíngase entre Fe y creencia. Las creencias encuentran depositadas en la Mente Intermedia, la fe es característica de la Mente Interior.

     Desafortunadamente, existe siempre la tendencia general a confundir la creencia con la fe.

     Aunque parezca paradójico, enfatizaremos lo siguiente: " El que tiene Fe verdadera no necesita creer ".

    Es que la Fe auténtica es sapiencia vivida, cognición exacta, experiencia directa.

     Sucede que durante muchos siglos se ha confundido la Fe con la creencia y ahora cuesta mucho trabajo hacerles comprender a las gentes que la Fe es sabiduría verdadera y nunca vanas creencias.

     Los funcionalismos sapientes de la Mente Interior tienen como resortes íntimos todos esos datos formidables de la sabiduría contenida en la Conciencia.

     Quien ha abierto la Mente Interior recuerda sus vidas anteriores, conoce los Misterios de la Vida y de la Muerte, no por lo que haya leído ó dejado de leer, no por lo que otro haya dicho ó dejado de decir, no por lo que se haya creído ó dejado de creer, sino por experiencia directa, vivida, terriblemente real.

     Esto que estamos diciendo no le gusta a la Mente Sensual, no puede aceptarlo porque se sale de sus dominios, nada tiene que ver con las percepciones sensoriales externas, es algo ajeno a sus conceptos de contenido, a lo que le enseñaron en la escuela, a lo que aprendió en distintos libros, etc, etc, etc.

      Esto que estamos diciendo tampoco es aceptado por la Mente Intermedia porque de hecho es contraria a sus creencias, desvirtúa lo que sus preceptores religiosos le hicieron aprender de memoria, etc.

     Jesús el Gran Kabir advierte a sus discípulos diciéndoles: " Cuidáos de la levadura de los fariseos ".

      Es ostensible que Jesús el Cristo con esta advertencia se refirió a las doctrinas de los materialistas saduceos y de los hipócritas fariseos.

     La doctrina de los saduceos está en la Mente Sensual, es la doctrina de los sentidos.

     La doctrina de los fariseos se halla ubicada en la Mente Intermedia, esto es irrefutable, irrebatible.

     Es evidente que los fariseos concurren a sus ritos para que se diga que son buenas personas, para aparentar ante los demás, mas nunca trabajan sobre sí mismos.

     No sería posible abrir la Mente Interior si no aprendiéramos a pensar psicológicamente.

     Incuestionablemente cuando alguien empieza a observarse a sí mismo es señal de que ha comenzado a pensar psicológicamente.

     En tanto uno no admita la realidad de su propia psicología y la posibilidad de cambiarla fundamentalmente, indubitablemente no siente la necesidad de la auto-observación psicológica.

     Cuando uno acepta la doctrina de los muchos y comprende la necesidad de eliminar los distintos " Yoes " que carga en su psiquis con el propósito de liberar la Conciencia, la Esencia, indudablemente de hecho y por derecho propio inicia la auto-observación psicológica.

     Obviamente la eliminación de los elementos indeseables que en nuestra psiquis cargamos origina la apertura de la Mente Interior.

     Todo esto significa que la citada apertura es algo que se realiza en forma graduativa, a medida que vayamos aniquilando los elementos indeseables que llevamos en nuestra psiquis.

     Quien haya eliminado los elementos indeseables en su interior en un ciento por ciento, obviamente también habrá abierto su Mente Interior en un ciento por ciento.

     Una persona así poseerá la Fe absoluta.
Ahora comprenderéis las palabras del Cristo cuando dijo: " Si tuviéseis fe como un grano de mostaza moveríais montañas ".

     Al abrir la Mente Interior nos convertimos psicológicamente en niños.


   Libro: La gran rebelión
   Capítulo: XII
   Autor: Samael Aún Weor


     


   

     

     

     
     
     


     

lunes, 16 de octubre de 2017

LAS TINIEBLAS




     LAS  TINIEBLAS



     LAS TINIEBLAS

     Uno de los problemas más difíciles de nuestra época, ciertamente viene a ser el intrincado laberinto de las teorías.

     Indubitablemente, por estos tiempos se han multiplicado exorbitantemente por aquí, por allá y acullá las secuelas pseudo esoteristas y pseudo ocultistas.

     La mercadería de almas, de libros y teorías es pavorosa, raro es aquél que entre la telaraña de tantas ideas contradictorias logre en verdad hallar el camino secreto.

     Lo más grave de todo esto es la fascinación intelectiva; existe la tendencia a nutrirse estrictamente en forma intelectual con todo lo que llega a la mente.

     Los vagabundos del intelecto ya no se contentan con toda esa librería subjetiva y de tipo general que abunda en los mercados de libros, sino que ahora y para colmo de los colmos, también se atiborran e indigestan con el pseudo esoterismo y pseudo ocultismo barato que abunda por doquiera como la mala hierba.

     El resultado de todas estas jergas es la confusión y desorientación manifiesta de los bribones del intelecto.

     Constantemente recibo cartas y libros de toda especie; los remitentes, como siempre, interrogándome sobre ésta ó aquélla escuela, sobre tal ó cual libro, yo me limito a contestar lo siguiente: " deje usted la ociosidad mental; a usted no tiene por qué importarle la vida ajena, desintegre el " Yo " animal de la curiosidad, a usted no deben importarle las escuelas ajenas; vuélvase serio, conózcase a sí mismo, estúdiese a sí mismo, obsérvese a sí mismo ", etc, etc, etc.

     Realmente lo importante es concerse a sí mismo profundamente en todos los niveles de la mente.

     Las tinieblas son la inconsciencia; la Luz es la Conciencia; debemos permitir que la Luz penetre en nuestras propias tinieblas, obviamente la Luz tiene poder para vencer a las tinieblas.
     
     Desgracidamente las gentes se encuentran autoencerradas dentro del ambiente fétido e inmundo de su propia mente, adorando a su querido Ego.

     No quieren darse cuenta las gentes de que no son dueños de su propia vida, ciertamente cada persona está controlada desde adentro por muchas otras personas, quiero referirme en forma enfática a toda es multiplicidad de " Yoes " que llevamos dentro.

     Ostensiblemente, cada uno de esos
 " Yoes " pone en nuestra mente lo que debemos pensar, en nuestra boca lo que debemos decir, en el corazón lo que debemos sentir, etc.

     En estas condiciones, la humana personalidad no es más que un robot gobernado por distintas personas que se disputan la supremacía y que aspiran al supremo control de los centros capitales de la máquina orgánica.
     
     En nombre de la verdad, hemos de afirmar solemnemente que el pobre animal intelectual equivocadamente llamado hombre, aunque se crea muy equilibrado, vive en un desequilibrio psicológico completo.

     El mamífero intlectual en modo alguno es multilateral, si lo fuera, sería equilibrado.

     El animal intelectual es desgraciadamente unilateral y eso está demostrado hasta la saciedad.

     ¿ Cómo podría ser equilibrado el humanoide racional ? Para que exista equilibrio perfecto se necesita de la Conciencia despierta.

     Sólo la luz de la Conciencia dirigida, no desde los ángulos, sino en forma plena, central, sobre nosotros mismos, puede acabar con los contrastes, con las contradicciones psicológicas y establecer en nosotros el verdadero equilibrio interior.

     Si disolvemos todo ese conjunto de
 " Yoes " que en nuestro interior llevamos, viene el despertar de la Conciencia y como secuencia ó corolario, el equilibrio verdadero de nuestra propia psiquis.

      Desafortunadamente, no quieren darse cuenta las gentes de la inconsciencia en que viven; duermen profundamente.

     Si la gentes estuvieran despiertas, cada cual sentiría a sus prójimos en sí mismo.

     Si las gentes estuvieran despiertas, nuestros prójimos nos sentirían en su interior.

     Entonces obviamente las guerras no existirían y la Tierra entera sería en verdad un paraíso.

     La luz de la Conciencia, dándonos verdadero equilibrio psicológico, viene a establecer cada cosa en su lugar, y lo que antes entraba en conflicto íntimo con nosotros, de hecho queda en su sitio adecuado.

     Es tal la inconsciencia de las multitudes que ni siquiera son capaces de encontrar la relación existente entre Luz y Conciencia.

     Incuestionablemente, Luz y Conciencia son dos aspectos de los mismo; donde hay Luz hay Conciencia.

     La inconsciencia es tinieblas y éstas últimas existen en nuestro interior.

     Sólo mediante la auto-observación psicológica permitimos que la Luz penetre en nuestras propias tinieblas.

     " La Luz vino a las tinieblas, pero las tinieblas no la comprendieron...".


     Libro: La gran rebelión
     Capítulo:  XI
     Autor: Samael Aún Weor

     



lunes, 9 de octubre de 2017

EL YO PSICOLÓGICO


    
     EL YO PSICOLÓGICO 



     EL YO PSICOLÓGICO 

     Esta cuestión del  " Mí Mismo ", lo que yo soy, eso que piensa, siente y actúa, es algo que debemos autoexplorar para conocer profundamente.

     Existen por doquiera muy lindas teorías que atraen y fascinan; empero, de nada serviría todo eso si no nos conociésemos a sí mismos.

      Es fascinante estudiar astronomía ó distraerse un poco leyendo obras serias, sin embargo, resulta irónico convertirse en un erudito y no saber nada sobre sí mismo, sobre el  " Yo soy ", sobre la humana personalidad que poseemos.

      Cada cual es muy libre de pensar lo que quiera y la razón subjetiva del animal intelectual equivocadamente llamado hombre dá para todo, lo mismo puede hacer de una pulga un caballo que de un caballo una pulga; son muchos los intelectuales que viven jugando con el racionalismo.
¿ Y después de todo, qué ?
     
     Ser erudito no significa ser sabio. Los ignorantes ilustrados abundan como la mala hierba y no solamente no saben sino además ni siquiera saben que no saben.

     Entiéndase por ignorantes ilustrados los sabiondos que creen que saben y ni siquiera se conocen a sí mismos.

     Podríamos teorizar hermosamente sobre el " Yo " de la Psicología, mas no es eso precisamente lo que nos interesa en este capítulo.

     Necesitamos conocernos a sí mismos por vía directa, sin el proceso deprimente de la opción.

     En modo alguno sería ésto posible si nos auto-observáramos en acción de instante en instante, de momento en momento.

     No se trata de vernos a través de alguna teoría ó de una simple especulación intelectiva.

     Vernos directamente tal cual somos es lo interesante; sólo así podremos llegar al conocimiento verdadero de sí mismos.

      Aunque parezca increíble, nosotros estamos equivocados con respecto a sí mismos.

     Muchas cosas que creemos no tener tenemos y muchas que creemos tener no tenemos.

     Nos hemos formado falsos conceptos sobre si mismos y debemos hacer un inventario para saber qué nos sobra y qué nos falta.

      Suponemos que tenemos tales ó cuales cualidades que en realidad no tenemos, y muchas virtudes que poseemos ciertamente las ignoramos.

     Somos gente dormida, inconsciente, y eso es lo grave. Desafortunadamente pensamos de sí mismos lo mejor y ni siquiera sospechamos que estamos dormidos.

     Las Sagradas Escrituras insisten en la necesidad de despertar, mas no explican el sistema para lograr ese despertar.

     Lo peor del caso es que son muchos los que han leído las Sagradas Escrituras y ni siquiera entienden que están dormidos.

     Todo el mundo cree que se conoce a sí mismo y ni remotamente ssospechan que existe la " Doctrina de los muchos ".

     Realmente, el " Yo " psicológico de cada cual es múltiple, deviene siempre como muchos.

     Con ésto queremos decir que tenemos muchos " Yoes " y no uno solo como suponen siempre los ignorantes ilustrados.

      Negar la " Doctrina de los muchos " es hacerse tonto a sí mismo, pues de hecho sería el colmo de los colmos ignorar las contradicciones íntimas que cada uno de nosotros posee.

     " Voy a leer un periódico ", dice el  " Yo "
del intelecto; " al diablo con tal lectura ", exclama el " Yo " del movimiento, 
" prefiero ir a dar un paseo en bicicleta ". 
 " Qué paseo ni que pan caliente " grita un tercero en discordia, " prefiero comer, tengo hambre ".

     Si nos pudiésemos ver en un espejo de cuerpo entero, tal cual somos, descubriríamos por sí mismos en forma directa la " Doctrina de los muchos "
     
     La humana personalidad es tan solo una marioneta controlada por hilos invisibles.
     
     El " Yo " que hoy jura amor eterno por la Gnosis, es más tarde desplazado por otro que nada tiene que ver con ese juramento, entonces el sujeto se enamora de otra y el castillo de naipes se va al suelo.

     El animal intelectual equivocadamente llamado hombre es como una casa llena de mucha gente.

     No existe orden ni concordancia alguna entre los múltiples " Yoes " todos ellos riñen entre sí y se disputan la supremacía. Cuando alguno de ellos consigue el control de los centros capitales de la máquina orgánica, se siente el único, el amo, empero, al fín es derrocado.

     Considerando las cosas desde este punto de vista, llegamos a la conclusión lógica de que el mamífero intelectual no tiene verdadero sentido de responsabilidad moral.

     Incuestionablemente, lo que la máquina diga ó haga en un momento dado, depende exlusivamente del tipo del " Yo " que en esos instantes la controle.

     Dicen que Jesús de Nazareth sacó del cuerpo de María Magdalena siete demonios, siete " Yoes ", viva personificación de los siete pecados capitales.
     
     Obviamente, cada uno de estos siete demonios es cabeza de legión, por ende, debemos sentar como orolario que el Cristo Íntimo pudo expulsar del cuerpo de la Magdalena millares de " Yoes ".

     Reflexionando todas estas cosas, podemos inferir claramente que lo único digno que nosotros poseemos en nuestro interior es la Esencia, desafortunadamente la misma se encuentra enfrascada entre todos esos múltiples " Yoes " de la Psicología Revolucionaria.

     Es lamentable que la Esencia se procese siempre en virtud de su propio embotellamiento.

     Incuestionablemente, la Esencia ó Conciencia, que es lo mismo, duerme profundamente.




   
     Libro: La Gran Rebelión
     Capítulo  X
     Autor: Samael Aun Weor.      

     


     

     

     

lunes, 2 de octubre de 2017

EL ANTICRISTO

                           
      EL ANTICRISTO



  Niños trabajando en el Kinder

      EL  ANTICRISTO

      El chispeante intelectualismo, como funcionalismo manifiesto del  "Yo" psicológico, indubitablemente es el Anticristo.

      Quienes suponen que el Anticristo es un personaje extraño, nacido en tal ó cual lugar de la Tierra, ó venido de éste ó de aquel país, están ciertamente completamente equivocados.

      Hemos dicho en forma enfática que el Anticristo no es en modo alguno un sujeto definido, sino todos los sujetos.

      Obviamente el Anticristo radica en el fondo de cada persona y se expresa en forma múltiple.

      El intelecto, puesto al servicio del Espíritu, resulta útil; el intelecto, divorciado del Espíritu, deviene inútil.

      Del intelectualismo sin espiritualidad surgen los bribones, viva manifestación del Anticristo.

      Obviamente el bribón en sí mismo y por sí mismo es el Anticristo. 

Desgraciadamente el mundo actual, con todas sus tragedias y miserias, está gobernado por el Anticristo.

     El estado caótico en que se encuentra la humanidas actual, indubitablemente se debe al Anticristo.

     El inícuo de que hablara Pablo de Tarso en sus epístolas, es ciertamente un crudo realismo en estos tiempos.

     El inícuo ya vino y se manifiesta por doquier, ciertamente tiene el don de la ubicuidad.

     Discute en los cafés, hace negociaciones en la ONU, se sienta cómodamente en Ginebra, realiza experimentos de laboratorio, inventa bombas, cohetes teledirigidos, gases asfixiantes, bombas bacteriológicas, etc., etc.,etc.

     Fascinado el Anticristo con su propio inteletualismo, exclusividad absoluta de los sabiondos, cree que conoce todos los fenómenos de la naturaleza.

     El Anticristo, creyéndose a sí mismo omnisciente, embotellado entre todo el podridero de sus teorías, rechaza de plano todo aquéllo que se parezca a Dios ó que se adore.

     La autosuficiencia del Anticristo, el orgullo y la soberbia que posee, es algo insoportable.

     El Anticristo odia mortalmente las virtudes cristianas de la fe, la paciencia y la humildad.

     Toda rodilla se hinca ante el Anticristo. Obviamente aquél ha inventado aviones ultras´ónicoa, barcos maravillosos, flamantes automóviles, medicinas sorprendentes, etc.

     En estas condiciones, ¿ quién podría dudar del Anticristo ?. Quien se atreva en estos tiempos a pronuniarse contra todos estos milagros y prodigios del hijo de perdición, se condena a sí mismo a la burla de sus semejantes, al sarcasmo, a la ironía, al calificativo de estúpido e ignorante.

     Cuesta trabajo hacer entender ésto a las gentes serias y estudiosas, éstas en sí mismas reaccionan, oponen reistencia.

     Es claro que el  " Animal Intelectual " equivocadamente llamado hombre, es un robot programado con kinder, primarias, secundarias, preparatoria, universidad, etc.

     Nadie puede negar que un robot programado funciona de acuerdo con el programa, de ninguna manera podría 
funcionar si se le sacase del programa.

     El Anticristo ha elaborado el programa con el que se programan los robots humanoides de estos tiempos decadentes.

     Hacer estas aclaraciones, poner énfasis en lo que estoy diciendo, resulta espantosamente difícil por estar fuera de programa.

     Es tan grave esta cuestión y tan tremendos los enfrascamientos de la mente, que en modo alguno, robot humanoide alguno sospecharía ni remotamente que el programa no sirve, pues él ha sido arreglado de acuerdo con el programa, y dudar del mismo le parecería una herejía, algo incongruente y absurdo.

     Que un robot dude de su programa es un adefesio, algo absolutamente imposible; pues su mismísima existencia se debe al programa.

     Desgraciadamente, las cosas no son como las piensa el robot humanoide; existe otra ciencia, otra sabiduría inaceptable para los robots humanoides.

     El Anticristo ha elaborado los programas del robot humanoide, el robot se prosterna humilde ante su amo. ¿ Cómo podría dudar el robot de la sapiencia de su amo ?

     Nace el niño inocente y puro; la Esencia, expresándose en cada criatura, es preciosa en gran manera.

      Incuestionablemente la naturaleza deposita en los cerebros de los recién nacidos todos esos datos salvajes, naturales, silvestres, cósmicos, espontáneos, indispensables para la captura ó aprehensión de las verdades contenidas en cualquier fenómeno natural perceptible para los sentidos.

     Esto significa que el niño recién nacido podría por sí mismo descubrir la realidad de cada fenómeno natural, desgraciadamente, interfiere el programa del Anticristo y las maravillosas cualidades que la naturaleza ha depositado en el cerebro del recién nacido, pronto quedan destruidas.

     El Anticristo prohibe pensar en forma diferente; toda criatura que nace, por orden del Anticristo debe ser programada.

     No hay duda de que el Anticristo odia mortalmente aquel precioso sentido del Ser conocido como Facultad de Percepción Instintiva de las Verdades Cósmicas.

      La Ciencia Pura es distinta a todo el podridero de teorías universitarias que existen por aquí, por allá y acullá, es algo inadmisible para lo robots del Anticristo.

     Muchas guerras, hambres y enfermedades ha propagado el Anticristo en toda la redondez de la tierra y no hay duda de que seguirá propagándolas antes que llegue la catástrofe final.

     Desafortunadamente, ha llegado la hora de la gran apostasía anunciada por todos los profetas, y ningún ser humano se atrevería a pronuniarse contra el Anticristo.


     Libro titulado: La gran rebelión
     Capítulo: IX
     Autor: Samael Aun Weor.

     

     

     

     

     

martes, 3 de mayo de 2016

LA ORACIÓN EN EL TRABAJO

       
             LA  ORACIÓN  EN  EL  TRABAJO


     Obsevación, Juicio y Ejecución, son los tres factores básicos de la disolución.
    Primero: se observa.
    Segundo: se enjuicia. 
    Tercero: se ejecuta.
     A los espías en la guerra, primero de le observa; segundo se les enjuicia; tercero se les fusila.
     En la inter-relación existe auto-descubrimiento y auto-revelación. Quien renuncia a la convivencia con sus semejantes, renuncia también al auto-descubrimiento.
     Cualquier incidente de la vida por insignificante que parezca, indubitablemente tiene por causa un actor íntimo en nosotros, un agregado psíquico, un " Yo ".
     El auto-descubrimiento es posible cuando nos encontramos en estado de alerta percepción, alerta novedad.
     " Yo " descubierto in fraganti, debe ser observado cuidadosamente en nuesstro cerebro, corazón y sexo.
     Un " Yo " cualquiera de lujuria podría manifestarse en el corazón como amor, en el cerebro como un ideal, mas al poner atención al sexo, sentiríamos cierta excitación morbosa inconfundible.
     El enjuiciamiento de cualquier " Yo " debe ser definitivo. Necesitamos sentarle en el banquillo de los acusados y juzgarle despiadadamente.
     Cualquier evasiva, justificación, consideración, debe ser eliminada, si es que en verdad queremos hacernos conscientes del " Yo " que anhelamos extirpar de nuestra psiquis.
     Ejecución es diferente; no sería posible ejecutar a un 
 " Yo " cualquiera, sin haberle previamente observado y enjuiciado.
     Oración en el trabajo psicológico es fundamental para la disolución. Necesitamos de un poder superior a la mente si es que en realidad deseamos desintegrar tal ó cual " Yo ".
     La mente por sí misma nunca podría desintegrar ningún " Yo ", esto es irrebatible, irrefutable.
     Orar es platicar con Dios, Nosotros debemos apelar a Dios Madre en nuestra intimidad, si es que en verdad queremos desintegrar " Yoes "; quien no ama a su Madre, el hijo ingrato, fracasará en el trabajo sobre sí mismo.
     Cada uno de nosotros tiene su Madre Divina particular individual; ella en sí misma es una parte de nuestro propio Ser, pero derivada.
     Todos los pueblos antiguos adoraron a " Dios Madre ", en lo más profundo de nuestro Ser. El principio femenino del Eterno es ISIS, MARIA, TONANTZIN, CIBELES, REA, ADONIA, INSOBERTA, etc.., etc.
     Si en lo meramente físico tenemos padre y madre, en lo más hondo de nuestro Ser tenemos también anuestro Padre que está en secreto y a nuestra Divina Madre KUNDALINI.
     Hay tantos Padres en el Cielo cuantos hombres en la tierra. Dios Madre en nuestra propia intimidad es el aspecto femenino de nuestro Padre que está en secreto.
     ÉL y ELLA son ciertamente las dos partes superiores de nuestro Ser íntimo. Indubitablemente ÉL y ELLA son nuestro mismo Ser Real más allá del " Yo " de la psicología.
     ÉL se desdobla en ELLA y manda, dirige, instruye.
ELLA elimina los elementos indeseables que en nuestro interior llevamos, a condición de un trabajo contínuo sobre sí mismo.
     Cuando hayamos muerto radicalmente, cuando todos los elementos indeseables hayan sido eliminados después de muchos trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, nos fusionaremos e integraremos con el 
 " PADRE-MADRE ", entonces seremos Dioses terriblemente Divinos, más allá del bien y del mal.
     Nuestra Madre Divina particular, individual, mediante sus poderes flamígeros puede reducir a polvareda cósmica a cualquiera de esos tantos " Yoes " que haya sido previamente observado y enjuiciado.
     En modo alguno sería necesaria una fórmula específica para rezarle a nuestra Madre Divina interior. Debemos ser muy naturales y simples al dirigirnos a ELLA. El niño que se dirige a su madre nunca tiene fórmulas especiales, dice lo que le sale del corazón y eso es todo.
     Ningún " Yo " se disuelve instantáneamente; nuestra Divina Madre debe trabajar y hasta sufrir muchísimo antes de lograr una aniquilación de cualquier " Yo ".
     Volveos introvertidos, dirigid vuestra plegaria hacia adentro, buscando dentro de vuestro interior a vuestra Divina Señora y con súplicas sinceras podéis hablarle.
Rogadle desintegre aquel " Yo " que hayáis previamente observado y enjuiciado.
     El sentido de auto-observación íntima, conforme se vaya desarrollando, os permitirá verificar el avance progresivo de vuestro trabajo.
     Comprensión, discernimiento, son fundamentales; sin embargo se necesita de algo más si es que en realidad queremos desintegrar el " MI MISMO "
     La mente puede darsee el lujo de rotular cualquier defecto, pasarlo de un departamento a otro, exhibirlo, esconderlo, etc.., mas nunca podría alterarlo fundamentalmente.
     Se necesita de un " poder especial " superior a la mente, de un poder flamígero capaz de reducir a cenizas cualquier defecto.
     STELLA MARIS, nuestra Divina Madre, tiene ese poder, puede pulverizar cualquier defecto psicológico.
     Nuestra Madre Divina vive en nuestra intimidad, más allá del cuerpo, de los afectos y la mente.
     Nuestra Madre Cósmica particular, individual, posee Sabiduría, Amor y Poder. En ella existe absoluta perfección.
     Las buenas intenciones y la repetición constante de las mismas, de nada sirven, a nada conducen.
     De nada serviría repetir:  " no seré lujurioso "; los Yoes de la lascivia de todas maneras continuarán existiendo en el fondo mismo de nuestra psiquis.
     De nada serviría repetir diariamente: " no tendré más ira "; los Yoes de la ira continuarán existiendo en nuestro fondo psicológico.
     De nada serviría decir diariamente: " no seré más codicioso ". Los Yoes de la codicia continuarán existiendo en los diversos trasfondos de nuestra psiquis.
     De nada serviría apartarnos del mundo y encerrarnos en un convento ó vivir en una caverna; los Yoes dentro de nosotros continuarían existiendo.
     Algunos anacoretas cavernarios, a base de rigurosas disciplinas llegaron al éxtasis de los santos y fueron llevados a los cielos, donde vieron y oyeron cosas que a los seres humanos no les es dable comprender; sin embargo, los Yoes continuaron, existiendo en su interior.
     Incuestionablemente, la Esencia puede escaparse del
  " Yo " a base de rigurosas disciplinas y gozar del éxtasis, empero después de la dicha, retorna al interior del " Mi Mismo ".
     Quienes se han acostumbrado al éxtasis, sin haber disuelto el  " Ego ", creen que ya alcanzaron la liberación, se auto-engañan creyéndose Maestros y hasta ingresan a la Involución sumergida.
     Jamás nos pronunciaríamos contra el arrobamiento místico, contra el éxtasis y la felicidad del Alma en ausencia del EGO.
     Sólo queremos poner énfasis en la necesidad de disolver " Yoes " para lograr la liberación final.
     La Esencia de cualquier anacoreta disciplinado, acostumbrado a escaparse del " Yo ", repite tal hazaña después de la muerte del cuerpo físico, goza por un tiempo del éxtasis y luego vuelve como el Genio de la lámpara de Aladino al interior de la botella, al Ego, al Mí Mismo.
     Entonces no le queda más remedio que retornar a un nuevo cuerpo físico, con el propósito de repetir su vida sobre el tapete de la existencia.
     Muchos místicos que desencarnaron en la cavernas de los Himalayas, en el Asia Central, ahora son personas vulgares, comunes y corrientes en este mundo, a pesar de que sus seguidores todavía les adoren y veneren.
     Cualquier intento de liberación, por grandioso que éste sea, si no tiene en cuenta la necesidad de disolver el Ego, está condenado al fracaso.

     Nuestra Madre Cósmica particular, individual, posee Sabiduría, Amor y Poder.


Fuentes: Libro: Psicología Revolucionaria
     Capítulo  XXXII
Autor: Samael Aún Weor






     
     
     
     
     

martes, 26 de abril de 2016

EL TRABAJO ESOTÉRICO GNÓSTICO

     
                  EL  TRABAJO  ESOTÉRICO  GNÓSTICO



     Es urgente estudiar la Gnosis y utilizar las ideas prácticas que en esta obra damos para trabajar sobre sí mismos.
     Sin embargo no prodríamos trabajar sobre sí mismos con la intención de disolver tal ó cual  " Yo " sin haberlo observado previamente.
     La observación de sí mismo permite que penetre un rayo de luz en nuestro interior.
     Cualquier  " Yo " se expresa en la cabeza de un modo, en el corazón de otro modo, y en el sexo de otro modo.
     Necesitamos observar al  " Yo " que en un momento dado hayamos atrapado, urge verlo en cada uno de estos tres centros de nuestro organismo.
     En relación con otras gentes, si estamos alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra, nos auto-descubrimos.
     Recuerde usted ¿ A qué hora le hirieron su vanidad ?
¿ su orgullo ? ¿ Qué fue lo que más la contrarió  en  el  día ?
¿ Por qué tuvo esta contrariedad ? ¿ Cuál es su causa secreta ? Estudie esto, observe su cabeza, corazón, sexo.....
     La vida práctica es una escuela maravillosa; en la inter-relación podemos descubrir esos " Yoes " que en nuestro interior cargamos.
     Cualquier contrariedad, cualquier incidente puede conducirnos mediante la auto-observación íntima, al descubrimiento de un " Yo "  ya sea éste de amor propio, envidia, celos, ira, codicia, sospecha, calumnia, lujuria, etc.., etc.., etc.
     Necesitamos conocernos a sí mismos antes de poder conocer a los demás. Es urgente aprender a ver el punto de vista ajeno.
     Si nos ponemos en el lugar de los demás descubrimos que los defectos psicológicos que a otros endilgamos, los tenemos muy sobrados en nuestro interior.
     Amar al prójimo es indispensable, mas uno no podría amar a otros si antes no aprende a ponerse en la posición de otra persona en el trabajo esotérico.
     La crueldad continuará existiendo sobre la faz de la tierra en tanto no hayamos aprendido a ponernos en el lugar de otros.
     Mas si uno no tiene el valor de verse a sí mismo, 
 ¿ cómo podría colocarse en el lugar de otros ?
     La antipatía mecánica hacia otra persona que por vez primera conocemos indica que no sabemos ponernos en el lugar del prójimo, que tenemos la conciencia demasiado dormida.
     ¿ Nos cae antipátia determinada persona ?  ¿ Por qué motivo ? ¿ Tal vez bebe ? Observémonos..... ¿ Estamos seguros de nuestra virtud ? ¿ Estamos seguros de no cargar en nuestro interior el " Yo " de la embriaguez ?
     Mejor sería que al ver a un borracho haciendo payasadas dijéramos " Este soy yo, qué payasadas estoy haciendo.... "
     Es usted una mujer honesta y virtuosa, y por ello le cae mal cierta dama; siente antipatía por ella. ¿ Por qué ?
 ¿ Se siente muy segura de sí misma ?  ¿ Cree usted que dentro de su interior no tiene el " Yo " de la lujuria ? 
 ¿ Piensa que aquella dama desacreditada por sus escándalos y lascivias es perversa ?  ¿ Está usted segura de que en su interior no exixte la lascivia y perversidad que usted ve en esa mujer ?
     Mejor sería que se auto-observase íntimamente y que en profunda meditación ocupase el lugar de aquella mujer a quien aborrece.
     Es urgente valorizar el trabajo esotérico Gnóstico, es indispensable comprenderlo y apreciarlo si es que en realidad anhelamos un cambio radical.
     Se hace indispensable saber amar a nuestros semejantes, estudiar la Gnosis y llevar esta enseñanza a todas las gentes, de lo contrario caeremos en el egoísmo.
     Si uno se dedica al trabajo esotérico sobre sí mismo, pero no dá la enseñanza a los demás, su progreso íntimo se torna muy difícil por falta de amor al prójimo.
     " El que dá, recibe, y mientras más dé, más recibirá; pero al que nada dá, hasta lo que tiene le será quitado ".
 Esa es la ley.

     La meditación es importante para el trabajo sobre sí mismo.



Fuentes: Libro: Psicología Revolucionaria

   Capítulo   XXXI
Autor: Samael Aún Weor